Por Hilary Stempel, MD, MPH
En estos días, pareciera que todos los niños estuvieran con fiebre. Es simplemente esa época del año. Como pediatra, suelo decir que "la fiebre es tu amiga". Lo digo porque es una señal de que el cuerpo está tomando las riendas para combatir una infección.
Pero a menudo los padres u otros cuidadores expresan el temor de que la fiebre sea preocupante. Tengan la seguridad de que las fiebres no causan daños cerebrales y rara vez provocan convulsiones. Con esta información espero ayudar a que las fiebres en los niños parezcan un poco menos temibles.
Cuando uno tiene una enfermedad, como la que provoca un virus o una bacteria, el cuerpo necesita que se activen varios tipos de células del sistema inmunitario para ayudar al organismo a recuperarse. Una de las mejores formas de activar las células inmunitarias hace que el cerebro eleve el "termostato" de nuestro cuerpo. Esto provoca fiebres que suelen ir y venir a lo largo de unos días.
Cuando el cuerpo eleva el termómetro interno, se producen varios cambios normales para combatir una infección de forma saludable. Estos incluyen:
Temperatura corporal superior a 100,2 grados fahrenheit o 38 grados celsius
Cansancio y nerviosismo
Dolores de cabeza y de cuerpo
Escalofríos
Ritmo cardíaco más rápido y respiración más acelerada
Falta de apetito
Primero, fíjate en cómo está tu hijo. Siempre les digo a los padres que presten más atención a los síntomas de su hijo que al número en el termómetro. En ocasiones puede ser útil medir su temperatura con un termómetro. El termómetro les dirá si tiene fiebre y si la fiebre suele ser más alta o más baja. Pero medir la temperatura de alguien más de 2 ó 3 veces al día puede ser estresante y no aportar ninguna información nueva.
Colocar un paño frío en la frente para refrescarlo.
Vestir al niño con ropa ligera.
Fomentar el descanso. Es posible que comparta la enfermedad de tu hijo, por lo que lavarse las manos, enseñarle a taparse la tos con el hombro o el codo y evitar compartir alimentos y bebidas es la mejor opción para mantenerse sano.
Asegurarse de que el niño beba mucho líquido. Las bebidas electrolíticas de lujo no son necesarias para los niños. Y recuerda que las bebidas con cafeína, como los refrescos, pueden ser deshidratantes.
Utilizar paracetamol (Tylenol) o ibuprofeno (Motrin) para las molestias de los niños mayores de 6 meses. Sigue siempre la dosis recomendada para el peso de tu hijo.
Si tu hijo tiene fiebre, no recomendamos nunca que le pongas compresas de hielo (o cualquier otra sustancia refrescante, como el alcohol para fricciones) en el cuerpo o que lo metas en un baño de hielo. De hecho, esto puede hacer que se estremezca, y el estremecimiento puede hacer que se caliente aún más.
Hay algunas situaciones en las que la fiebre puede ser muy preocupante. En primer lugar, cualquier niño menor de 3 meses con una temperatura superior a 100,4 F (38 grados centígrados) debe ser evaluado para detectar una infección grave. Si esto ocurre, llame inmediatamente al médico de tu hijo o acude a un servicio de emergencias local.
Cuando la fiebre dura más de 4 o 5 días y se mantiene alta, debe hacer que evalúen a su hijo. Podría ser un signo de una infección bacteriana, como una faringitis estreptocócica o una neumonía, que podría necesitar tratamiento con antibióticos.
Algunas personas te dicen que alternes el uso de paracetamol (Tylenol) o ibuprofeno (Motrin) . Yo siempre recomiendo que uses un solo tipo de medicamento. Como no hay peligro de que tu hijo tenga fiebre, alternar la medicación suele hacer que seas más propenso a darle accidentalmente demasiado medicamento sin ningún beneficio añadido.
Tu hijo tiene mucho sueño o está muy irritable
Tiene problemas para respirar
No bebe bien o no hace pis cada 8 horas
Confía en tu instinto Si tu hijo se comporta de forma muy diferente a la habitual y tienes esa sensación "visceral" de que algo va mal, llama al médico de tu hijo.
La fiebre se define como una temperatura superior a 100,4 Fahrenheit o 38 grados Celsius.
La fiebre se considera SIEMPRE una emergencia para los bebés menores de 3 meses.
La fiebre suele ser más alta por la tarde o por la noche.
Recuerda: céntrate menos en la fiebre (la altura de la temperatura) y más en los síntomas de tu hijo.
Traducido por Jennifer Cajina Grigsby.
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